Sacos y casos

En los últimos años hemos ido leyendo las aventuras de los cuatro amigos y medio, de Joachim Friedrich, intercaladas con otras muchas lecturas. Lecturas pre-sueño en voz alta, que es cuando más molan. Hace tiempo leímos “El caso de la profesora desaparecida”, editado en castellano y catalán por Edebé, e ilustrado por Mikel Valverde (¿nuestro Tony Ross?). Ahora hemos terminado “El caso de la misteriosa epidemia del profesor”.

Cuando “Pau Púding cuiner” y Rosi aclaren su caso (por Christine Nöstlinger, editado en castellano y catalán por Edebé), volveremos con los cuatro amigos y Precioso al caso anterior, “El caso de un cocodrilo en internet”.

De Christine Nöstlinger ya habíamos leído “Olfato de detective” (editado por Alfaguara en 2002, que no tiene recetas pero que nos gustó más), así que seguiremos con Joachim Friedrich, un “top of the pops” con su pandilla, eh, tíos, eh!

Muchos de estos misterios salen de la biblioteca pública, expresión máxima de civilización y civismo de la especie humana, aunque en casa también hay algunas gafas oscuras, lupas y gabardinas compradas.

Últimamente, la temática que más gusta es la trama “minidetectivesca”, el caso por resolver a manos de niños y niñas curiosas, el misterio que quizá es menos misterioso de lo que parece, o la pequeñez que quizá es más relevante de lo que aparenta. El ingenio y el humor, bien manejados, llenan un montón de páginas, desde hace años, de novelas que atrapan a los ya no tan pequeños lectores.

Si a tu prole le gustan estas novelas, haceos ya con “Las aventuras de la Mano Negra”, un megaclásico de Hans Jürgen Press que se publicó en Alemania en 1965, recogiendo los casos que resolvían otros cuatro y medio, originalmente publicados por entregas en una revista juvenil. En las detalladas ilustraciones a tinta del autor se encuentran las pistas que permiten avanzar y resolver cada caso. A tu prole le encantará. Tengan la edad que tengan tus hijos/as, aunque aún no lean, podrán participar como detectives, poniendo a prueba su agudeza visual.

La edición que tenemos en catalán, ilustración interior, y juego de diferencias de Picanyol.

Off-topic: Si gustan de este tipo de juegos, nadie como Picanyol, que ilustró toneladas de viñetas de las 7 diferencias: mucha tinta, blanco y negro, dibujo power! En Catalunya hay un término que define a este tipo de ilustradores/as, historietistas o dibujantes de tiras periódicas, que representan la realidad con un estilo característico, y a las personas de una manera particular: ninotaires (de ninot o muñeco, “persona que fa ninots o en dibuixa“).

¿Se podría decir que los germanos tienen una larga tradición de LIJ de aventuras policíacas y misterios? Pues no lo sé, aunque me da que sí. Yo leí “Puntito y Antón” en primaria, o lo que viene siendo Pünktchen und Anton de Erich Kästner, editado por Alfaguara en 1987. Pero “Puntito y Antón” se publicó en Alemania en 1931… yeah, queridas, entreguerras!

Aunque a mí-niña ya me quedaba lejos el Berlín de la época, y a mis hijos aún más, no tuvimos problema en leer éste (y su desigualdad de clases) y “Emilio y los detectives”, un best-seller juvenil de 1928, ambos con las ilustraciones originales de Walter Trier (de nuevo línea, tinta, trazo limpio, mancha negra).

Off-topic: las novelas escritas hace décadas no son lecturas fáciles pero, si tu prole las tolera, te dan pie a explicarles las cosas buenas y malísimas que hemos hecho a lo largo de la historia. O de lo poco que hemos aprendido a lo largo de la historia, porque Kästner publicó “La conferencia de los animales” en 1947, tras la Segunda Guerra Mundial, y a tus hijas les va a parecer indignante acabar el libro y darse cuenta de que todo sigue más o menos igual… Otra cosa: las novelas de Kästner funcionaron entre el público infantil y juvenil desde su publicación, y muchas de ellas se han adaptado al cine (como la separación de las gemelas). En 1931, tres años después de la publicación de la novela, se estrenó en Alemania la adaptación de “Emilio y los detectives”, con guión de Samuel Wilder (aka Billy Wilder). Lo sé porque he leído este artículo tan chachi:

Pero no todos los autores y autoras de misterio juvenil son alemanas o austríacas… creo. Aquí, Àngels Navarro arma unos cuadernos de lógica o unos álbums de casos por resolver que molan mucho, como “Cas obert. Segueix la pista!” (editado en castellano y catalán por Combel, 2017). No es una novela, sino un álbum grande con nueve casos, donde debes aplicar la lógica y la lupa.

Y con un formato parecido, grande y lúdico, David Pedrera enfrenta a sus mellizos a un caso por álbum, en una ubicación singular (“Secuestro en París” o “Robo en Nueva York”, editados por Edelvives), con varios sospechosos, mucho busca-y-encuentra, y un sobre “top-secret” incluido.

En resumen, que la trama bien tejida es infalible: la red más pegajosa para engancharles con la lectura, sea corta o larga, sea un manga del detective Conan o una novela de Sherlock Holmes.