Los Brownstone

Una vez llegó a casa un libro sobre una esfinge. “Otro cómic modernito”, pensé yo (cuántos prejuicios!). Pero el álbum estaba bien. No, estaba realmente bien. El libro en cuestión era “Marcy y el acertijo de la Esfinge”.

El texto y las ilustraciones son de Joe Todd-Stanton, y el libro forma parte de una colección: la Saga de los Brownstone, una familia que lleva generaciones buscando y coleccionando los objetos más extraordinarios de éste y otros mundos.

Desde un punto de vista conceptual, la colección es excelente. Tiene todo lo que debe tener una colección: mismo formato físico, misma estructura narrativa, hilo temático. Incluso las guardas forman parte de ese conjunto. No son mera decoración. Ni siquiera son las mismas, delante y detrás.

La saga de los Brownstone está editada en castellano por SM.
“Arthur y la cuerda dorada”, “Marcy y el acertijo de la Esfinge”, “Kai y el Rey Mono” y “Leo y la maldición de la gorgona”

Los libros son un balance entre el álbum ilustrado y el cómic. El dibujo está dibujado: si hay que detallar, se detalla, si hay que simplificar, se simplifica. Todd-Stanton no solamente dibuja bonito, sino que es delicado y acertado con la paleta de color. Y el texto está escrito: si hay que explicar, se extiende la narración, si hay diálogo, se colocan globos de texto.

Lo más interesante no es sólo el dibujo, sino el tema de la saga. El punto de partida en cada libro es un hecho o personaje mitológico que forma parte del folklore de un país o de una región. La relación/aventura entre un pequeño o una pequeña Brownstone (los protagonistas cambian en cada libro) y ese personaje, y el objeto mágico rescatado o recuperado, la introduce un entrañable descendiente que abre y cierra cada libro.

El lenguaje y el desarrollo son suficientemente sencillos como para no abrumar al pequeño lector con el tema, sino más bien lo contrario. Lo sumergen en la aventura, quizá sin saber que está aprendiendo cosas sobre el mundo nórdico, los dioses del antiguo Egipto o las historias tradicionales chinas. La lectura revela lo justo y necesario sobre mitología y folklore como para despertar su curiosidad. Le abre un tema sobre el que va a querer profundizar, si le interesa, y eso va a poner en marcha los engranajes de la búsqueda, el descubrimiento y el asombro… o sea, que va a aprender cosas guays.

Lo he estado pensando mucho y creo que ya sé por qué Todd-Stanton acierta en todo. Porque es muy joven. Tiene muy cerca la infancia y toda esa fascinación y el cosquilleo que sentimos de niñas cuando descubrimos, aprendemos o entendemos algo, cuando empezamos a relacionar cosas, cuando queremos saber más, saberlo todo. Todo eso está muy fresco, los temas que le han gustado de niño, los dibujos que ha visto, los que ha calcado o copiado infinito, los libros que ha leído… son recursos muy cercanos.

En este vídeo explica a los peques cómo dibuja a Julian, el co-protagonista de “A Mouse called Julian” (“a story about an introverted mouse and a hungry fox”).

Joe Todd-Stanton dibuja con un lápiz no muy duro sobre papel. Es todo lo que se necesita si ya tienes lo demás.