Los libros molan

No puedo decir si es fácil o no fomentar la lectura y conseguir que los niños y niñas de hoy sean lectores y lectoras sin prejuicios mañana. No sé si es fácil conseguir que lean hoy y mañana sin hacer esfuerzos, sino como algo necesario, orgánico, instintivo y natural, como comer o descansar.

No sé si es fácil que desarrollen la necesidad de satisfacer las ganas de saber más, por el gusto final de sentirse más completas/os, más grandes ocupando el mismo espacio. Pero en casa ellos nos han visto leer, hay libros para escoger, de todo tipo, y siempre hay algún libro que responde a alguna curiosidad o duda concreta.

Les hemos leído. La mecánica ya la conocen, y pueden hacerlo ellos mismos, pero sigo leyendo en voz alta cada noche porque quieren y porque quiero. No sé si es fácil, y creo que no, porque no somos un país de lectores “naturales”, pero es necesario que todo el mundo sepa que los libros molan mucho.

No sé si es fácil pero, hoy, de camino al colegio después de comer, mi hijo mayor ha ido andando y leyendo un libro que le gusta mucho. Lo saqué de la biblioteca porque lo vi y me llamó la atención. Es una de esas lecturas que ya no compartimos, libros que él lee y yo no, sus lecturas. Pero sabía que le gustaría. Lo que no sabía era que le gustaría tanto. Anoche me dijo que Hi ha un nen al lavabo de les nenes le estaba gustando porque le hacía pensar, le hacía reír y también llorar. Es la primera vez que se expresa así respecto a una historia.

No sé si es fácil, y creo que no, porque con mi hijo pequeño no ocurre exactamente lo mismo. Está siguiendo un camino distinto. Hoy quería dibujar un gato y le he dejado uno de los libros de documentación que tiene su padre: todo gatos. Él quería una foto para calcarla. Inmediatez sin complicaciones. Pero le he dado el libro y le he dejado a solas con sus quejas. Al poco rato ha empezado a contarme, desde la habitación, cosas interesantes que le han llamado la atención sobre los gatos. Cuando me he asomado a la puerta, estaba sentado en la cama poniendo un post-it prácticamente en cada página, como hace su padre. El libro está en francés. En este caso, el idioma no ha sido obstáculo para atraparle, con sus fotografías, la edición cuidada, las ilustraciones de anatomía… Por eso es importante que todo el mundo sepa que los libros, los buenos libros, molan. Y son necesarios, aunque no sé si es fácil fomentar su lectura.