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Era muy funky hasta que me di cuenta de lo folkie que soy. Los domingos suelo dibujar más de lo habitual porque me lo he propuesto. Intento hacer cosas bonitas en un cuaderno de acuarela de calidad pero, como pasa a menudo, el miedo a malgastar con garabatos chorra las hojas del cuaderno, paraliza. Por eso recurro directamente a papel normal y corriente. Fuera presión. Y al principio la mano está fría y el ojo está ciego, pero después van saliendo cosas que no van a ninguna parte pero con las que disfrutas más. También me he propuesto escuchar música más a menudo, y que ellos la escuchen conmigo. Ayer sonaron Antiphon (Midlake), un recopilatorio de Bill Withers, Innervisions (Stevie Wonder), y Made the harbor (Mountain Man). Y ahí estaba Alexandra Sauser-Monnig. ¿Se puede tener un nombre más elegante y literario?¿Se puede tener un rostro más delicadamente infantil y unas maneras más ancianas al mismo tiempo?

Alexandra Sauser-Monnig sola es Daughter of Swords, y su disco “Dawnbreaker”